Escrito por Mercè Rivas / Fotos de Rubén Bernal
Con el Audi Q5, la marca alemana, se ha abierto paso en el segmento de los SUV o de los crossover pequeños. Ha entrado por la puerta grande, y es que sólo hace falta mirarlo por fuera para darse cuenta que este pequeño entre los grandes viene pisando fuerte. Es elegante, discreto y bello, y además aunque se mueve mejor por carreteras asfaltadas sus dueños pueden matar el gusanillo de meterse por algun camino de tierra, lo que le confiere una gran versatilidad.
EXTERIOR
Aunque mide más de cuatro metros y medio de largo, cabe decir que a simple vista es bastante más contenido que su hermano mayor, el Q7. Sin caer en comparaciones, está claro que el Q5 a parte de ser más pequeño, también tiene un aire bastante más deportivo. El frontal sigue la estela que ha impuesto la marca de los cuatro aros, con una gran parrilla y luces diurnas formadas por leds que completan en este caso un cuadro óptico nuevo. La parte trasera llama la atención tanto por sus líneas, como por las luces de posición y de frenado, totalmente nuevas y formadas también por leds, y por los tubos cromados que rematan la parte baja trasera.
Las líneas laterales y del techo le dan una aerodinámica sorprendente pese a su altura. De serie es elegante pero la marca tiene un paquete opcional que le da un aire más todoterreno, que lleva protectores de los bajos tanto para la parte delantera como trasera.
INTERIOR
Si por fuera desprende lujo y belleza, el interior no es diferente. Cuando nos subimos al Q5 nos damos cuenta de la calidad de los acabados y de los materiales utilizados. Completamente equipado y con detalles que denotan que no han querido dejar al azar ningún punto del coche. Para Audi es importante la seguridad y la comodidad tanto de los ocupantes como del conductor, por esta razón a parte de unos asientos prácticos y ergonómicos, para facilitar la conducción y la comodidad en los viajes, todos los elementos necesarios para el conductor están orientados hacia éste, algo que facilita su manejo.
Es un coche muy amplio por dentro, los pasajeros tienen espacio suficiente para poder tener un viaje cómodo tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Como viene siendo costumbre últimamente, mejor cuatro adultos que cinco, aunque para trayectos cortos se puede ocupar sin problemas la quinta plaza.
Uno de los detalles que llaman la atención en la unidad que hemos probado es la posibilidad de mantener tanto calientes como frías las bebidas, gracias a un portabebidas con opción de caliente y frío que va colocado en el separador entre el conductor y el copiloto. Estos pequeños detalles dan fe de las diferencias entre el Q5 y algunos de sus competidores más directos. Además de serie ya sale muy completo, por ejemplo lleva climatizador bizona, el freno de mano automático, igual que la apertura y el cierre del maletero, algo que se agradece en portones de estas dimensiones.
MOTOR
El Audi Q5 está a la venta con tres motores gasolina y tres diésel. Los gasolina son dos TFSI 2.0, uno de 180 CV y el otro de 211, y un FSI 3.2 de 270 CV. Por su parte los diésel son un dos litros de 143 CV y otro de 170 y un 3 litros de 240 CV.
Este último es el motor que montaba la unidad que hemos probado el equipo de Sobre-ruedas.com, con tracción a las cuatro ruedas y cambio S-Tronic de doble embrague y con siete marchas. Este motor 3 litros es un V6 que tiene un par máximo de 500 Nm a 1.500 vueltas manteniendose hasta las 3.000. Esta generación de motores TDI usa el sistema common rail de inyección y un turbocompresor de geometría variable y filtro de partículas cerrado. Lo que hace de este motor una verdadera delicia, que mueve con agilidad el coche y que además responde de manera rápida pero dócil a la vez.
CONDUCCIÓN
Lo primero que destaca de este Q5 es la facilidad de conducción. Es un coche que responde con rapidez y facilidad a aquello que le pedimos. Se muestra estable en vias rápidas y divertido en carreteras de montaña. Su tracción quattro le confiere un alto agarre en curva aunque por sus dimensiones y su altura pueda no parecerlo. Lleva una repartición de 40 delante y 60 detrás, aunque puede llegar a transferir un 85% del par al eje trasero y un 65% al delantero si las circunstancias lo requieren. De echo cuando vamos al volante tenemos la sensación de conducir un coche tipo berlina por la estabilidad que sentimos.
El cambio S-Tronic de siete marchas de nueva generación, basado en el cambio DSG de Volkswagen, es una autentica maravilla. Cambia a tal velocidad que ni siquiera nos damos cuenta gracias a la suavidad con la que lo realiza y al doble embrague multidisco que hace que podamos tener engranadas dos marchas a la vez. Además, gracias a la tecnología Audi Drive Select, con un simple toque de botón podemos cambiar la suspensión, respuesta del motor y dureza de la dirección para tener una conducción más deportiva o más confortable.
PRECIO
La gama gasolina oscila entre los 39.920 y los 54.000 euros el tope de gama. Por su parte el diésel de 143 CV sale por 38.390 euros mientras que el de 240 CV quattro con cambio S-Tronic alcanza los 52.780 euros.
A FAVOR
* su versatilidad
* gran equipamiento de serie
EN CONTRA
* poca amplitud de maletero
* poco cómoda la quinta plaza
