KTM X BOW: El fórmula 1 urbano

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Escrito por Mercè Rivas / Fotos de Rubén Bernal

Los verdaderos amantes del motor sueñan con pilotar un bólido de Fórmula Uno, un sueño hasta ahora prácticamente irrealizable para la mayoría de mortales. Digo hasta ahora porque la marca KTM ha lanzado al mercado su primer coche, el X BOW,  que es lo más cercano a los monoplazas de la categoría reina.

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Espectacular, deportivo, diferente pero sobre todo único, así es como mejor se puede describir a este ultra deportivo, biplaza y que además se puede matricular. Con él se puede salir a circular por calles y carreteras, eso sí hay que tener en cuenta que siempre lo vamos a hacer bajo la atenta mirada de todos aquellos con los que nos crucemos. Y es que no es para menos, su diseño difícil de explicar pero digno de ver hace que sea imposible que pase inadvertido. Está a la venta en tres colores, negro, blanco y naranja (sello de la casa KTM). Para poder hacerse una idea de como es el X BOW es importante tener en mente sus medidas, de largo hace 3,73 metros, 1,90 de ancho y 1,20 de alto.
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Pegado prácticamente al suelo, con un chasis monocasco íntegramente de carbono, la posición de conducción, como la de un fórmula uno, lógicamente sin techo ni nada que se le parezca, los cinturones de cuatro puntos y el volante extraible hacen que su parecido a los monoplazas sea enorme. Como no dispone de parabrisas, aunque no es obligatorio, es recomendable el uso del casco, para protegerse del aire y de la suciedad que puede saltar a la cara del conductor, algo que sería muy peligroso. Como tampoco dispone de puertas, hay que subirse como si de un Kart se tratase. Los asientos son fijos y lo que se mueve para poder adaptarlo a la altura del conductor son los pedales y el volante.
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Aunque su aspecto merezca atención, lo mejor de este bólido son sus prestaciones, realmente ponerse al volante de este KTM es una delicia, una locura para los amantes de la conducción más radical y deportiva. Es lo más parecido a pilotar que hayamos podido probar nunca. Es una vivencia difícil de plasmar en palabras. Para que cualquiera se pueda hacer una idea el X BOW acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 3,9 segundos, sí, lo han leído bien, menos de cuatro segundos lo que hace que la sensación sea indescriptible, esta aceleracón se puede comparar con la de un Porsche GT2. Lógicamente si acelera así, necesita que la frenada responda de igual manera, se detiene de 100 a 0 Km/h en 33 metros. Responde como pocos, aunque no dispone de ningún sistema de ayuda electrónica, ni en el frenado ni en la dirección. Las reacciones de este KTM podemos decir que son bastante nobles dentro de lo radical de su conducción, aunque es necesario un cierto nivel de conducción para poder pilotarlo si se le quieren exprimir todas sus posibilidades, hay que tener en cuenta que puede alcanzar los 220 km/h, aunque a baja velocidad no es complicado controlarlo. No podemos obviar que sólo pesa 790 Kg y lleva un motor de 240 CV, en definitiva es un coche muy ligero que responde al segundo lo que hace que las sensaciones que vivimos al volante sean inmediatas. El motor es una evolución del mismo que monta el León Cupra, aunque con un consumo un poco inferior, el X BOW tiene un consumo homologado de 7,9 litros a los 100.
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Además de emoción al volante, cabe destacar la alta calidad de los materiales que configuran este KTM, el grupo motriz básico es más que fiable si tenemos en cuenta que lo firma la marca alemana Audi. El diseño, basado en los coches de carreras, se ha hecho en colaboración con DALLARA y las suspensiones delanteras son del tipo Push Road, una maravilla creada por algunas de las mejores marcas del mercado del motor, lo que lo convierte en un diseño casi perfecto.
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El KTM X BOW además de único en el mercado es un coche selecto, al que solo pueden acceder unos cuantos, y no por su precio, ya que está a la venta desde unos 60.000 euros, si no porque sólo se van a comercializar unas 600 unidades al año. El bólido es prácticamente un coche artesanal que se construye en una nueva fábrica especializada que KTM ha abierto en la ciudad austriaca de Graz. Los que se compran un X BOW tienen la posibilidad de recogerlo personalmente en Graz o bien pedir que la propia marca se lo haga llegar hasta su domicilio.
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El X BOW tiene una versión no matriculable, el X BOW racing GT4, al que se le puede sacar todo su partido en los circuitos. Eso sí, el precio es un poco más elevado ya que supera los 90.000 euros.
Sin duda el X BOW responde a la perfección al lema con el que lo ha lanzado al mercado KTM, y es que se trata de un vehículo Ready to Race.

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