Coupés
Escrito por Mercè Rivas / Fotos de Rubén Bernal
La séptima carrocería de la marca Mini no tiene desperdicio. Cumple con creces el requisito indispensable para formar parte de la familia Mini, es un coche de diseño. Te puede gustar o no, eso es muy personal, pero que es diferente al resto queda claro. Si pensábamos que la marca ya lo había inventado todo en cuanto a formas cuando lanzó el Countryman, nos equivocamos, porque ahora llega su versión tres puertas, el Paceman, con un diseño de crossover coupé que lo hace único en su especie. De lo que no cabe duda es que un Mini puede ser mucho más grande sin perder la esencia de la marca, ampliando así su público objetivo, algo que ya consiguió con la llegada del Countryman. Ahora quiere acabar de conseguirlo con este Paceman, al que la marca le ha encargado el cometido de enamorar en mayor medida al público masculino. Un coche pensado para aquellos que buscan ser diferentes al resto, con personalidad propia y un buen presupuesto.
EXTERIOR, INTERIOR Y ACABADOS
Si por algo llama la atención el Mini Paceman es por sus peculiares formas que mezclan lo mejor de los coupé y las mejores líneas de los coches con cierta altura. Esto lo convierte en un modelo difícil de clasificar, podemos decir que es un crossover por su altura, un coupé por la caída del techo o un compacto pequeño por sus medidas. Así que lo mejor es definirlo como especial y diferente al resto, algo que busca el fan de la marca. Que llama la atención cuando circula es una evidencia que hemos comprobado cada vez que circulábamos con él, vamos que indiferente no es para nadie.
Si lo miramos por delante, vemos que es clavadito al Mini Countryman y también lo más parecido al Mini clásico, con sus grandes ópticas redondas. El resto del coche ya es diferente, lo que le da el toque deportivo que no tiene el Countryman.
El lateral destaca por sus gigantes puertas y sobre todo por la caída del techo que simula las líneas de los coupé y que acaba con un alerón integrado. También destacan los pasos de rueda que son más abultados y en el caso de la unidad de prueba los ojos se van, sin poder evitarlo, a las espectaculares llantas de 19” que montaba de manera opcional, aunque las hay para todos los gustos con trece opciones distintas. 
A pesar de todas estas peculiaridades del diseño, lo que más personalidad le da a este Paceman es la parte trasera. Para empezar es el primer Mini que lleva su nombre puesto en el portón. Además las ópticas son distintas al resto de modelos, que en este caso tienen una forma más horizontal. Otro de los detalles que destacan es la luna trasera por su dimensión, mucho más pequeña que en el resto de la gama. Finalmente la unidad de prueba lleva doble tubo de escape cromado, lo que acaba de rematar la deportividad de este modelo. Además como todos los coches de la marca, se puede personalizar el exterior y el interior para hacer cada coche a medida de su propietario. 
Se pueden combinar colores de carrocería (el de prueba lleva el techo blanco) o se le pueden añadir detalles como las líneas del capó o los retrovisores cromados (como la unidad probada).
A parte del diseño, lo que más llama la atención del Paceman es su volumen, estamos hablando de un coche que ha hecho cambiar la definición de la palabra Mini, porque ahora casi que podriamos decir que se refiere a un coche maxi. 
Sus 4,11 metros de largo lo hacen acercarse al segmento de los compactos pequeños, dejando de ser un coche con medidas de urbano.
Y ese espacio se nota cuando nos subimos en él. Se trata de un coche muy amplio en el interior, una sensación a la que ayuda la altura del mismo, 1,5 metros. Se trata de un cuatro plazas, con asientos independientes para cada pasajero, lo que da un espacio amplio para todos. Eso sí, aunque está bien aprovechado no creo que los de la parte trasera vayan cómodos si son muy altos. 
No por el espacio para las piernas, si no por la caída del techo, algo que penaliza en el interior, vamos lo normal en los coupés. Una de las diferencias con el Countryman es que este no permite montar una quinta plaza, ni como opcional. Lo que si lleva es una barra central metálica que separa en dos el coche, es lo que la marca llama “Mini Center Rail”. Aquí se adaptan varios artilugios como un cenicero, un soporte para móbil o un estuche para llevar las gafas. 
Como siempre en la marca, esto va a gusto del consumidor. También la barra puede ser una sola pieza que vaya de delante hasta atrás, o bien dos partes individuales, una para la parte delantera y otra para separar los asientos traseros. Un punto más para ser diferente, porque si hablamos de utilidad, pues es discutible. Seguro que hay a quien le encanta la idea, a mi personalmente no me aporta nada más que un diseño original, pero en cuanto a practicidad ni más ni menos que las separaciones habituales.
Si miramos el salpicadero, no podemos distinguir a que Mini pertenece, es igual a todos. Con el gran velocímetro centrado, muy original pero imposible para el conductor. Nunca he entendido que sentido tiene que todos los pasajeros sepan a que velocidad va el coche, excepto el conductor que tiene que desviar la mirada demasiado para ver con certeza donde marca la aguja. Menos mal que existe la posibilidad de un pequeño velocímetro digital en el mini ordenador de a bordo que lleva tras el volante. También y como pequeño detalle, el Paceman tiene el botón de bajar las ventanillas en la puerta y no en la consola central. El resto de botones como siempre con el punto distintivo y divertido que la marca ha querido dar a sus modelos. Y en cuanto a la calidad de los materiales, buenos, no olvidemos que Mini pertenece a las marcas premium.
El maletero de este Paceman, podemos decir que es correcto. Tiene una capacidad de 330 litros, lo que es mucho si lo comparamos con el Mini convencional, pero justito para un coche que pretende ser amplio y espacioso. Eso sí, puede alcanzar los 1080 litros si abatimos los asientos, aunque no quedan completamente planos.
El Mini Paceman como todos los Mini, es un coche pensado para ser muy personal, de ahí el gran número de opcionales y combinaciones posibles, algo que hace que sea el coche ideal para aquellos a los que les gusta salirse de las normas establecidas.
MOTOR Y CONDUCCIÓN
El Mini Paceman Cooper S monta un motor 1.6 de cuatro cilindros y 184 CV con turbocompresor Twin-scroll con función Overboost electrónica. Este motor hace de 0 a 100 en 7,8 segundos, lo que no lo convierte en uno de los más rápidos, aunque la sensación es de ser un coche bastante àgil.
El consumo medio, según los datos de la marca, es de 6,7 litros a los 100, un dato un poco más alto que el del Paceman Cooper S, aunque tiene su lógica si tenemos en cuenta que penaliza el peso de más que aporta la tracción a las cuatro ruedas. Aunque la realidad nos ha dado un consumo bastante más elevado, ya que sin llevarlo al límite el contador nos ha marcado una media de 8,1 litros. Si le sacamos todo lo que puede dar el coche, este consumo, sin duda, se dispara a cifras que pueden asustar.
Cuando nos ponemos al volante esperamos un coche divertido y muy rápido, y aunque realmente responde con rapidez, quizás no nos divierte tanto como otros coches de su misma família. Lo veo más para pasear que para córrer.
La unidad que hemos probado montaba cambio manual de 6 velocidades que aunque no va mal, es quizás un poco lento para lo que le podemos pedir a un coche que pretende proporcionar sensaciones de Deportivo.
Quizás una de las mejores sensaciones al volante del Paceman es que su curva de par es totalmente lineal entre las 1.500 y las 5.000 rpm, sale bien desde bajas vueltas y no deja de empujar en ningún momento. Eso nos permite saber que va a responder bien en el caso de un adelantamiento. En vías rápidas no va mal, la ciudad es su casa, aunque la suspensión es demasiado dura en este caso, y en carreteras reviradas aunque el coche no entra mal en curva, incluso lo podemos hacer rápido, notamos que subvira un poco y es que además la carrocería balancea ligeramente si le pedimos una conducción demasiado deportiva, algo que lo hace su centro de gravedad, quizás demasiado alto para un coche que la marca quiere vender como ideal para enlazar curvas.
En cuanto a la posición de conducción es elevada, algo que se contradice con una conducción deportiva, aunque no se hace incómoda gracias al recogimiento de los asientos, se hace bastante rara si tenemos en cuenta lo que quiere vender la marca en cuanto a la conducción del Paceman. Aunque todo como siempre es cuestión de gustos. Hay para quien incluso es un punto a favor ir colocado alto porque le da Seguridad tenir más visibilidad por la parte delantera. Este no es mi caso, con lo cual para mi penaliza en la sensación que tengo al volante.
Además he notado dos puntos negativos en cuanto a la visibilidad, uno el poco espacio que tiene la luneta trasera y el segundo la extraña posición de los retrovisores que van enganchados muy abajo en la carrocería, lo que provoca que la propia puerta tape una parte.
Aún así el Mini Paceman es un coche especial, pensado y diseñado para aquellos amantes de la marca Mini pero que necesitan más espacio. Así pues cumple con creces el ego de aquellos que quieren un coche diferente, rápido y único.
PRECIO
El precio de salida del Mini Paceman Cooper S con cambio manual es de 30.200 euros, si lo elegimos con cambio automático el precio alcanza los 33.093 euros. Si además queremos el color de la unidad de prueba, el starlight blue, hay que sumarle 476 euros. Detalles como los retrovisores cromados tienen un precio simbólico de 53 euros o las franjas en el capó cuestan 116 euros. Si además se quiere optar por la tracción All4 hay que sumarle unos 2.000 euros más. Está claro que la exclusividad en un coche se ve reflejada en su precio.
A FAVOR
- Exclusividad
- Más espacio para los amantes de Mini
EN CONTRA
- Visibilidad de los retrovisores
- No dispone de la quinta plaza, ni como opcional
